Guía de Siembra
CULTIVA TU ALIMENTO
Cultivar tus propias verduras es el paso más importante para llevar una vida sana y sostenible. Cuando cultivas en casa, tus frutas y verduras son frescas y no contienen productos químicos. Requiere solo unas pocas horas de trabajo a la semana. En solo 40 metros cuadrados, puedes cultivar hasta 472 kg de hortalizas.
POR DÓNDE EMPEZAR
Las hortalizas necesitan mucho sol para crecer, así que elige un lugar en tu jardín que reciba al menos 6 horas de sol al día. Asegúrate de poder regarlo para que tus verduras sean suculentas y productivas. Solo necesitarás alrededor de 20.000 litros de agua suplementaria al año.
FUNDAMENTOS PARA EL CRECIMIENTO
Para crecer, una planta necesita un suministro continuo y uniforme de luz solar, humedad, aire y nutrientes.
SUELOS ÓPTIMOS
Las condiciones óptimas para el crecimiento se dan cuando el 50% del volumen del suelo está disponible para ser llenado tanto con aire (25%) como con agua (25%), permitiendo que las raíces de las plantas penetren en busca de aire, nutrientes y agua. El otro 50% se compone de minerales (45%) y materia orgánica (5%). Un huerto rudimentario puede crecer a una profundidad de 12 cm, pero para cultivar plantas sanas con raíces profundas, es preferible un suelo abierto de 20-40 cm con alto contenido de materia orgánica.
SUELOS NATURALES Y ORGÁNICOS
En sistemas naturales como los bosques vírgenes o praderas permanentes, el reciclaje ha estado en el corazón de los suelos orgánicos sostenibles durante millones de años. La materia orgánica del suelo son residuos vegetales y animales en descomposición. Cuerpos muertos de escarabajos, larvas, lombrices de tierra, bacterias, hongos y plantas en descomposición son consumidos por millones de lombrices de tierra y microbios. Solo las lombrices pueden comer 100 toneladas de suelo por hectárea (10 kg por metro cuadrado) y aumentar 5 veces el nivel de nitrógeno, 7 veces el de fósforo y 11 veces el de potasio.
Las lombrices también abren los suelos y mejoran las raíces y la penetración del agua, además de aportar en forma orgánica. En los sistemas orgánicos, en lugar de fertilizar las plantas, primero se alimenta la microflora del suelo, y el producto resultante es un suelo increíblemente rico capaz de alimentar a las plantas y la microflora del suelo durante cientos de años. El humus es el resultado final de la descomposición y es el mejor fertilizante de liberación lenta que permanece en el suelo.
JARDINERÍA BIODIVERSA
Las plagas son el resultado de malas prácticas hortícolas. Los sistemas naturales tienen un mecanismo para mantener las plagas en niveles manejables basados en el equilibrio y la biodiversidad. En sistemas naturales, cada plaga tiene un depredador que mantiene las poblaciones en equilibrio. Cuando se destruyen los hábitats naturales para agricultura o patios traseros, se eliminan los nidos de pájaros o insectos, y una sola plaga obtiene una ventaja antinatural, infligiendo daños a los cultivos. Sin embargo, al fumigar con productos químicos tóxicos, los depredadores naturales que se autorregulan mueren junto con las plagas, provocando la necesidad de nuevas fumigaciones. Afortunadamente, los jardineros pueden aprovechar los beneficios de la biodiversidad, de modo que los problemas de plagas rara vez se produzcan. Los jardineros domésticos pueden imitar la biodiversidad equilibrada plantando una gran variedad de flores, arbustos, plantas anuales y perennes, atrayendo mariquitas, avispas parásitas y moscas voladoras que controlan plagas como pulgones, orugas, cochinillas y ácaros. Las abejas polinizan las flores para producir frutos.
CONSERVAR EL AGUA MEDIANTE EL ACOLCHADO
El acolchado consiste en cubrir el suelo para optimizar la temperatura y la disponibilidad de agua para el crecimiento de las plantas. Las partículas gruesas (en lugar de finas) aíslan el suelo sin absorber la preciada agua. Si el mantillo se apelmaza, absorbe agua valiosa e impide la entrada de oxígeno al suelo. La paja, fardo de alfalfa o las hojas, con su estructura abierta, son mejores que los recortes de césped apretados o estiércol. Riegue siempre un día antes de que empiece el calor, idealmente por la mañana temprano para reducir el periodo de humedad que favorece la propagación de enfermedades. Riegue en profundidad para que las raíces absorban el agua.
ROTACIÓN DE CULTIVOS
No plante las mismas hortalizas en el mismo lugar dos temporadas seguidas. Cambiar de lugar de cultivo evitará la acumulación de plagas y enfermedades en el suelo. La teoría de la rotación de cultivos gira en torno a separar verduras en tres categorías y rotarlas para minimizar la pérdida de nutrientes y la acumulación de patógenos.
Cultivos pesados:
Papas, tomates, maíz, brócoli, calabazas, melones, cultivos de hoja (lechuga, col, remolacha, acelga).
Mejoradores del suelo:
Leguminosas que devuelven el nitrógeno al suelo: Habas, arvejas, porotos, trébol, alfalfa. Siembre estas leguminosas para fijar el nitrógeno.
Cultivos ligeros:
Cebollas, remolachas, zanahorias, chirivía, perejil, pimientos y puerros.
Por último, pero no menos importante, la rotación de cultivos reduce la acumulación de patógenos causada por la siembra repetida de cultivos en el mismo suelo. Sin embargo, si tienes un huerto biodiverso y sigues los principios de la reproducción orgánica del suelo, eliminarás el 90% de los problemas de plagas.
ENTENDER LA GERMINACIÓN
La velocidad de germinación está directamente relacionada con la temperatura del suelo en el momento de la siembra. Si siembra tomates demasiado pronto, cuando la temperatura del suelo es de 10°C, las semillas no emergerán hasta pasados 43 días. Si se siembran cuando las temperaturas alcanzan los 20°C, la germinación se produce en 8 días. Las semillas de lechuga paran de germinar en temperaturas del suelo superiores a 35°C, mientras que los melones no germinan hasta que la temperatura alcanza los 20°C.
PREPARA TU SUELO
Los alimentos sanos y ecológicos extraen sus bondades de la tierra, así que asegúrate de que tu tierra tenga vitalidad, con estiércol bien descompuesto o compost. Prepara tus canteros eliminando los yuyos y excavando la zona para remover la tierra. De este modo, las semillas sembradas directamente entran en contacto con tierra fina y húmeda para que germinen rápidamente.
REGLAS PRÁCTICAS PARA PLANTAR
Prepare bien el suelo: Especialmente en el caso de las semillas finas, es necesario tamizar la tierra.
Las mezclas para bandejas de semillero se hacen con diversos ingredientes, pero deben contener buena tierra y algún componente aligerante como arena del río o perlita.
El compost y el estiércol deben estar bien maduros.
La temperatura del suelo es más importante que la temperatura real del aire.
Las semillas grandes deben plantarse en el suelo y las pequeñas en bandejas.
Las legumbres, el maíz y las cucurbitáceas deben ser sembradas directamente en el suelo, mientras que las lechugas, cebollas y tomates son mejores en semilleros.
CALENDARIO DE CULTIVO MES A MES
Esta guía te proporciona los conocimientos necesarios para comenzar tu viaje en el cultivo de alimentos de manera práctica y efectiva. Cultivar tu propio alimento no solo nutre tu cuerpo, sino que también contribuye a la salud de nuestro planeta. ¡Feliz cultivo!